El mejor lugar para ocultar un cadáver es la segunda página de Google, porque nunca nadie va ahí a mirar. Si quieres existir, si quieres que la gente te vea, si quieres que accedan a tu web, el SEO (Search Engine Optimization) es un trabajo imprescindible para ir avanzando poco a poco en las palabras clave más importantes para tu negocio y que te llegue tráfico interesado en lo que haces sin que tú pagues por ello.
Quien aparece en las primeras posiciones de búsqueda en Google lo decide un algoritmo, la Piedra Roseta de la compañía de Mountain View. Su secreto está mejor guardado que el de la Coca Cola, pero hay algunas claves que ellos mismos nos dan, y otras que descubrimos los expertos, para trabajarlo y que el proceso de llegar a los primeros puestos no sea cuestión de suerte.
El SEO es la optimización para el motor de búsqueda de Google y está compuesto de diversos factores que como te puedes imaginar son fundamentales en marketing digital.
Google lo analiza todo
Son palabras, frases, encabezados, titulares, palabras objetivo, palabras que rodean a las palabras objetivo, metadescripciones… Por delante y por detrás, es decir, en lo que vemos cuando entramos a una web y en lo que no vemos, en sus tripas.
Google lo analiza todo y en base a ese trabajo de SEO que hayamos realizado decidirá si nuestra página es relevante para los términos de búsqueda que nos interesan o si no lo es. Y esto es fundamental.
Porque si haces mal este trabajo directamente para Google no existes, si haces bien este trabajo para Google estarás en la segunda, tercera o cuarta página. Y solo si se hace el trabajo muy bien y se mantiene a lo largo del tiempo, Google interpretará que tu web es la respuesta a la búsqueda de diferentes términos y te mostrará en los primeros resultados.
La única forma de atraer tráfico orgánico, el que viene sin que tú hagas nada o pagues por ello, que es el mejor tráfico que puede tener cualquier página web en el mundo digital.